Incluso con una pequeña cantidad de comida, sentirse lleno e hinchado rápidamente después de las comidas puede indicar una función pancreática deteriorada. Esto puede llevar a una reducción en la secreción de enzimas digestivas y afectar la digestión de los alimentos.
El dolor abdominal superior persistente o la incomodidad después de las comidas, que no mejora con cambios en la dieta o medicamentos digestivos convencionales, puede ser una señal de advertencia.
Náuseas frecuentes, vómitos, diarrea o estreñimiento después de las comidas pueden estar relacionados con una secreción pancreática insuficiente.
La pérdida de peso significativa sin dieta intencional o aumento del ejercicio puede indicar que el cáncer de páncreas está afectando la absorción de nutrientes.
Si el cáncer de páncreas afecta los conductos biliares, puede ocurrir ictericia, caracterizada por el amarillamiento de la piel y los ojos debido a niveles elevados de bilirrubina.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden indicar otras enfermedades digestivas y no necesariamente significan cáncer de páncreas. Sin embargo, si estos síntomas persisten y no mejoran, se recomienda buscar atención médica para un examen exhaustivo que descarte o confirme el cáncer de páncreas.