Cuando la piel muestra los siguientes cinco signos, puede indicar que el azúcar en la sangre está fuera de control:
El picor persistente en la piel, especialmente en áreas privadas, puede deberse a que el azúcar en la sangre elevado causa trastornos de la microcirculación, ralentizando el proceso de curación de la piel.
La piel se vuelve inusualmente seca, acompañada de descamación y agrietamiento, lo que puede deberse a que los niveles altos de azúcar en la sangre interfieren con la capacidad natural de hidratación de la piel.
Debido a que la función inmune de los pacientes con diabetes puede verse afectada, las infecciones de la piel como la foliculitis, la celulitis o la paroniquia pueden ser más difíciles de controlar.
La aparición de manchas marrones en las piernas puede ser pigmentación de la piel, una lesión cutánea causada por la diabetes conocida como dermopatía diabética.
La aparición de arañas vasculares o telangiectasias en las piernas puede deberse a lesiones vasculares causadas por la diabetes, afectando los microvasos de la piel.