La natación ayuda a quemar calorías y mejorar la flexibilidad del cuerpo. Es especialmente adecuada para pacientes diabéticos con neuropatía, como entumecimiento, debilidad o dolor punzante en las manos y los pies. Además, la natación tiene un bajo impacto en las articulaciones, lo que la hace adecuada para quienes tienen artritis.
El entrenamiento de fuerza, como levantar pesas, ayuda a desarrollar músculo y aumentar el almacenamiento de glucógeno muscular, lo que ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Se recomienda realizar entrenamiento de fuerza 2 a 3 veces por semana, con cada sesión de aproximadamente 20 minutos. Aumenta gradualmente la intensidad del ejercicio según tu condición física.
El entrenamiento de equilibrio se puede hacer alrededor de mesas y sillas parándose sobre una pierna en la pose de “gallo dorado en una pierna”. Una vez que puedas pararte firmemente sobre una pierna, intenta realizar la pose con los ojos cerrados, alternando entre piernas.
El entrenamiento de intervalos incluye alternar entre caminar y caminar rápido, o trotar y correr. Este tipo de ejercicio ayuda significativamente a reducir los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la función cardiovascular. Inicialmente, la duración del ejercicio de alta intensidad puede ser de 15 a 30 segundos, extendiéndose gradualmente a 1 a 2 minutos.
Si nunca has hecho ejercicio antes, comienza caminando 10 a 15 minutos diarios, aumentando gradualmente a 30-45 minutos al día. Alternativamente, usa un podómetro y apunta a alcanzar los 10,000 pasos diarios.