Los estimulantes del sistema nervioso central excitan selectivamente el sistema nervioso central para mejorar su función. Estos medicamentos se pueden usar cuando el sistema nervioso central está deprimido, con bajo funcionamiento o desordenado.
El uso prolongado de estos medicamentos puede causar efectos adversos como pérdida de apetito e insomnio, y puede desencadenar o empeorar síntomas psiquiátricos como depresión, pensamientos suicidas, hostilidad, anomalías mentales y manía. Estos medicamentos incluyen principalmente agentes que promueven la vigilia, psicoestimulantes y potenciadores cognitivos. Los medicamentos representativos incluyen anfetaminas y metilfenidato.
Los antitusígenos centrales actúan inhibiendo directamente el centro de la tos en el bulbo raquídeo. Los alcaloides de morfina y sus derivados, como la codeína, el folcodina y la hidrocodona, son adictivos y también se conocen como supresores de la tos formadores de dependencia o adicción. El uso prolongado puede llevar a la tolerancia y la adicción.