La vitamina E es un potente antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres, ralentiza el proceso de envejecimiento y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
La vitamina E promueve la circulación sanguínea, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La vitamina E tiene efectos protectores sobre el sistema nervioso y ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
La vitamina E es beneficiosa para el sistema reproductivo, mejorando potencialmente la fertilidad y teniendo un impacto positivo en la salud durante el embarazo.
Además de ser un antioxidante que protege la piel, la vitamina E promueve la renovación y reparación de las células de la piel, ayudando a tratar la piel seca y dañada.
La vitamina E tiene efectos positivos sobre la salud ósea, ayudando a ralentizar la pérdida ósea y mejorar la densidad ósea.