La curcumina es un ingrediente extraído de la especia cúrcuma. En Asia, la cúrcuma se usa a menudo para tratar una variedad de condiciones, como la acidez estomacal y la artritis. Estudios recientes sugieren que la curcumina puede ayudar a prevenir o tratar el cáncer.
Se cree que la curcumina tiene propiedades antioxidantes, lo que significa que puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación. Dado que la inflamación juega un papel en el proceso de la carcinogénesis, teóricamente la curcumina podría tener efectos anticancerígenos.
Algunos estudios de laboratorio y en animales también han encontrado que la curcumina puede ralentizar la propagación de las células cancerosas, inhibir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en los tumores y hacer que las células cancerosas mueran. Sin embargo, aún se está estudiando si estos efectos de la curcumina son útiles en humanos. Los investigadores también están investigando si puede ayudar a prevenir el cáncer en personas con alto riesgo.
Por lo tanto, la comunidad médica aún no tiene suficiente evidencia para recomendar la curcumina como método para prevenir o tratar el cáncer, pero los pacientes con cáncer pueden considerar probarla después de consultar a sus médicos.