Algunos estudios sugieren que el ejercicio regular puede mejorar el sueño de una persona. Sin embargo, para algunas personas, hacer ejercicio demasiado tarde (por ejemplo, poco antes de irse a la cama) podría afectar el sueño.
La mayoría de las personas con insomnio crónico tienen niveles más altos de hormonas del estrés en la sangre, lo que indica que son demasiado sensibles al estrés. En general, cuanto más altos sean tus niveles de hormonas del estrés, peor será la calidad de tu sueño. Cuando las personas hacen ejercicio, sus niveles de hormonas del estrés aumentan, pero estos niveles elevados vuelven a la normalidad dentro de unas pocas horas después del ejercicio. Esto significa que si haces ejercicio demasiado tarde, puede dificultar conciliar el sueño.
Sin embargo, el tiempo que tardan los niveles de hormonas del estrés en volver a la normalidad después del ejercicio varía de una persona a otra. Por lo tanto, el impacto del ejercicio tardío en el sueño también varía de una persona a otra. Para determinar cuán tarde puedes hacer ejercicio antes de que afecte tu sueño y en qué medida, es posible que necesites experimentar durante un período de tiempo.