Hepatitis: La hepatitis viral (como la hepatitis B y C) es una causa común de niveles elevados de transaminasas.
Hígado Graso: Tanto la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) como la enfermedad del hígado graso alcohólico pueden llevar a niveles elevados de transaminasas.
Cirrosis: El daño hepático crónico puede llevar a cirrosis, lo que puede afectar los niveles de transaminasas.
Infarto de Miocardio: Las enfermedades cardíacas, especialmente el infarto de miocardio, pueden causar niveles elevados de AST.
Lesiones Musculares: Las lesiones musculares severas o enfermedades como la distrofia muscular pueden resultar en niveles elevados de AST.
Cálculos Biliares o Colangitis: Estas afecciones pueden causar obstrucción del flujo biliar, lo que lleva a daño hepático.
Enfermedad de Wilson: Un trastorno del metabolismo del cobre que puede causar daño hepático.
El embarazo, la obesidad y ciertos trastornos genéticos también pueden llevar a niveles elevados de transaminasas.