Los alimentos altos en sal pueden dañar la capa protectora de la mucosa gástrica, aumentando el riesgo de infección por H. pylori. Ejemplos incluyen alimentos encurtidos, fideos instantáneos y papas fritas.
Los alimentos picantes pueden irritar la mucosa gástrica, causando daño y reduciendo su capacidad para defenderse contra H. pylori. Los pimientos, chiles y pimienta de Sichuan pertenecen a esta categoría.
Consumir alimentos muy calientes puede dañar la mucosa gástrica, reduciendo su función protectora y aumentando el riesgo de infección por H. pylori. Ejemplos incluyen el hot pot y las sopas calientes.
Los alimentos ahumados y a la parrilla pueden contaminarse con H. pylori durante su preparación. Además, estos alimentos a menudo contienen altos niveles de sal y grasa, lo que puede irritar la mucosa gástrica.
La comida sobrante puede producir nitritos e incluso echarse a perder si se almacena durante demasiado tiempo. El consumo regular de estos alimentos no solo es poco saludable, sino que también puede aumentar el riesgo de infección por H. pylori.
Los alimentos ultra procesados generalmente contienen alta sal y altos carbohidratos, lo que puede dañar la barrera de la mucosa gástrica y aumentar la colonización de H. pylori.