Se dice a menudo que sentarse durante mucho tiempo puede dañar la cintura, pero muchas personas no entienden por qué. En realidad, esto está estrechamente relacionado con la presión sobre la columna vertebral.
Cuando estamos en diferentes posiciones, la presión sobre diferentes partes de nuestra columna vertebral varía. Por ejemplo, cuando estamos acostados boca arriba, la columna lumbar soporta aproximadamente el 25% del peso corporal; si giras para acostarte de lado, la presión sobre la columna lumbar aumenta inmediatamente al 75% del peso corporal; y cuando estás sentado, la columna lumbar soporta el 140% del peso corporal.
Incluso al sentarse, diferentes posiciones ejercen diferentes presiones sobre la columna lumbar. Por ejemplo, sentarse erguido ya ejerce una presión considerable sobre los discos lumbares; pero si te reclinas un poco y colocas un cojín detrás de tu cintura mientras estás sentado, la presión se reducirá significativamente. Sin embargo, si prefieres inclinarte hacia adelante mientras estás sentado, la presión sobre tus discos lumbares aumentará bruscamente.
Además, inclinarse hacia adelante es otra acción que aumenta significativamente la carga sobre tu columna lumbar. Si te inclinas para levantar cosas, es casi un “asesino de la cintura”; pero si cambias de inclinarte para levantar cosas a ponerte en cuclillas para levantarlas, la presión sobre la columna lumbar se reducirá significativamente. Por lo tanto, los cirujanos de columna suelen recordar a los pacientes que eviten acciones como inclinarse para recoger bolígrafos y en su lugar se pongan en cuclillas para recogerlos, ya que este pequeño cambio puede salvar a tu columna lumbar de mucho estrés.
Clínicamente, la hernia de disco intervertebral es más común entre los hombres de mediana edad de 40 a 45 años. Sentarse durante mucho tiempo, la obesidad y el tabaquismo son factores importantes.
La enfermedad del disco intervertebral no solo trae dolor y problemas de movilidad a los hombres de mediana edad, sino que también puede causar síntomas gastrointestinales o problemas específicos de los hombres. Algunos hombres buscan atención médica repetidamente por disfunción sexual, solo para descubrir que el problema en realidad está en el disco intervertebral, porque el disco protuberante puede comprimir los nervios circundantes, algunos de los cuales pueden afectar la función sexual. Si reciben un tratamiento ortopédico adecuado para aliviar la compresión, estos problemas a menudo desaparecen.