La obesidad y el síndrome metabólico están asociados con un mayor riesgo de cáncer de vesícula biliar, por lo que mantener un peso saludable es una medida importante para la prevención.
Reducir la ingesta de alimentos altos en grasas, azúcares y sal, mientras se aumenta el consumo de vegetales, frutas y granos enteros, puede disminuir el riesgo de colecistitis crónica y cálculos biliares.
Los chequeos médicos regulares, incluidos los exámenes de función hepática y las ecografías de la vesícula biliar, pueden ayudar a detectar y abordar problemas de salud potenciales temprano.
Fumar y consumir alcohol en exceso pueden aumentar el riesgo de cáncer de vesícula biliar, por lo que dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol son pasos positivos en la prevención.
Si hay antecedentes familiares de cáncer de vesícula biliar, informa a tu médico para la monitorización y medidas preventivas apropiadas.
El uso prolongado de ciertos medicamentos hormonales, como la cortisona, puede aumentar el riesgo de cáncer de vesícula biliar, por lo que es mejor evitar su uso prolongado.