Para prevenir el aborto espontáneo u otras afecciones médicas, los médicos a veces recetan aspirina en dosis bajas a las mujeres embarazadas. Sin embargo, en general, si necesita alivio del dolor, es mejor que las mujeres embarazadas eviten tomar aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como el ibuprofeno.
Antes del nacimiento, el feto recibe oxígeno a través de la placenta. Al nacer, los niveles de prostaglandina en el cuerpo del bebé disminuyen naturalmente, lo que hace que el bebé comience a usar sus pulmones para obtener oxígeno. La aspirina interfiere con la síntesis de prostaglandinas, por lo que tomar aspirina durante el embarazo (especialmente después de las 32 semanas) puede alterar prematuramente el método de ingesta de oxígeno del bebé, lo que podría ocasionar consecuencias fatales.
Si necesita alivio del dolor durante el embarazo, consulte a su médico. Es posible que le permitan usar ocasionalmente paracetamol, que se considera relativamente seguro para el alivio del dolor durante el embarazo.