Compresión y extensión de la articulación
Durante la caminata, la articulación de la rodilla experimenta una compresión y extensión cíclicas en respuesta al ciclo de la marcha. A medida que el pie golpea el suelo, la rodilla soporta el peso del cuerpo y luego se relaja a medida que la pierna se extiende.
Desgaste del cartílago
El cartílago de la articulación sufre desgaste con cada paso. El cartílago es un tejido avascular, anéurico y alinfático que recibe nutrición del líquido sinovial. El desgaste del cartílago puede causar dolor y disfunción articular.
Producción y drenaje del líquido sinovial
El líquido sinovial se produce y drena continuamente dentro de la articulación de la rodilla para lubricar las superficies articulares y reducir el desgaste.
Papel de los músculos y ligamentos
Los músculos y ligamentos que rodean la articulación de la rodilla son cruciales para mantener la estabilidad articular. Ayudan a controlar el movimiento de la articulación con cada paso, evitando la sobreextensión o la torsión.
Compresión y rebote del menisco
Los meniscos son dos almohadillas de cartílago en forma de C ubicadas entre el fémur y la tibia, que se comprimen y luego se recuperan a medida que la pierna se extiende con cada paso.
Expansión y contracción de la cápsula articular
La cápsula articular, una estructura en forma de saco que encierra toda la articulación de la rodilla, se expande y contrae con cada paso para acomodar el movimiento de la rodilla.