A finales de abril, un anciano se despertó por la mañana, se levantó de un salto de la cama, se puso de pie al lado de la cama para vestirse y de repente todo se volvió negro, se cayó al suelo inconsciente. Su esposa lo llevó rápidamente al hospital. Debido a la dificultad para respirar y la confusión, el paciente fue trasladado a cuidados intensivos y estuvo fuera de peligro después de 24 horas.
Aunque recobró la conciencia, el paciente no podía moverse de cuello para abajo. Resulta que el anciano tenía una enfermedad cervical y la caída empeoró la condición, causando fractura y dislocación cervical, diagnosticado con tetraplejia alta.
El paciente siempre había sido fuerte, ¿cómo pudo desmayarse repentinamente? Cuando un anciano cambia de posición repentinamente, pasando de acostado a sentado, o incluso bajándose de la cama rápidamente, la presión arterial cambia rápidamente, lo que puede causar desmayos y caídas.
Además de un suelo resbaladizo, el ejercicio, la hipoglucemia, la hipotensión ortostática, la isquemia cerebral y los accidentes cerebrovasculares son causas comunes de caídas repentinas en ancianos.
El médico recuerda: los ancianos deben evitar levantarse demasiado rápido, después de agacharse no deben levantarse de golpe, deben apoyarse en objetos cercanos y levantarse lentamente en etapas. Especialmente al levantarse de la cama, es mejor seguir la regla de “mejor lento por tres minutos que apresurarse un segundo”, primero acostarse durante un minuto, luego sentarse en la cama por un minuto, mover un poco los brazos, bajar los pies al suelo y sentarse al borde de la cama por un minuto antes de levantarse lentamente.