El aripiprazol es un estabilizador del sistema de dopamina que puede regular bidireccionalmente las funciones anormales de dopamina, ya sea en exceso o disminuidas.
El aripiprazol agoniza parcialmente los receptores de dopamina D2, agoniza parcialmente los receptores 5-HT1A y antagoniza parcialmente los receptores 5-HT2A. Se utiliza para tratar trastornos psiquiátricos y del estado de ánimo como la esquizofrenia. En el tratamiento de los trastornos de tics infantiles, la eficacia y los efectos secundarios del aripiprazol son similares a los de la sulpirida, pero con un inicio de acción más rápido.
Los efectos secundarios comunes incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, alteraciones del sueño, ansiedad, irritabilidad, aumento de peso y acatisia. No suele causar síntomas extrapiramidales ni sedación, y sus efectos adversos son generalmente leves.