Los principales alérgenos de la conjuntivitis perenne incluyen moho, ácaros, pelo y caspa de mascotas, y polvo. Los síntomas principales son molestias oculares, parpadeo frecuente y frotamiento de los ojos.
La condición crónica puede afectar la visión de los niños, empeorando potencialmente la ambliopía y la miopía. Tratar la conjuntivitis alérgica puede aliviar o incluso curar estas condiciones en algunos niños.
Reducir la cantidad de alérgenos es clave. Siga estos pasos:
El pelo, la caspa y las secreciones de las mascotas pueden ser alérgenos, especialmente de los gatos. Incluso después de un año de retirar a un gato, los alérgenos de los gatos aún pueden detectarse en el hogar.
El moho está asociado con la humedad, que es esencial para su crecimiento. Las tortugas y las macetas son portadores principales de moho.
Los ácaros se alimentan de escamas de piel humana y viven principalmente en las camas. Para reducir su impacto, lave las sábanas y la ropa de cama con frecuencia, preferiblemente en agua a más de 50°C (122°F).