En la vida acelerada de hoy en día, la calidad del sueño está directamente relacionada con nuestra salud física y mental. Sin embargo, el despertar temprano persistente puede ser una señal de advertencia de cuatro enfermedades graves.
Si te encuentras despertándote frecuentemente en medio de la noche o temprano en la mañana y tienes dificultad para volver a dormir, esto es más que solo un problema de sueño. Podría ser tu cuerpo diciéndote que algo está mal. Médicamente, despertarse entre las 2 a.m. y las 4 a.m. y no poder volver a dormir se define como despertar temprano.
Esta condición generalmente conduce a fatiga, distracción y reducción de la eficiencia laboral al día siguiente. El despertar temprano persistente también puede ir acompañado de malestar físico, como palpitaciones y opresión en el pecho.
Sí, el despertar temprano es a menudo una señal de advertencia de depresión. Si te despiertas repentinamente con frecuencia y no puedes volver a dormir, podría ser un signo de depresión. Las personas con depresión a menudo experimentan tristeza prolongada, pérdida de interés, fatiga y otros síntomas emocionales y físicos.
Tanto la función tiroidea hiperactiva (hipertiroidismo) como la hipoactiva (hipotiroidismo) pueden afectar la calidad de tu sueño. El hipertiroidismo puede llevar a ansiedad e insomnio, mientras que el hipotiroidismo puede aumentar el riesgo de apnea del sueño.
La acidez estomacal al acostarse por la noche no solo es incómoda, sino que también puede interrumpir los patrones normales de sueño. Incluso el reflujo ácido leve puede causar despertares frecuentes sin que te des cuenta.
Ya sea debido a alergias o a un resfriado, las dificultades respiratorias pueden llevar a despertares nocturnos. Otros problemas como un tabique desviado también pueden afectar tu sueño.