Cuando aparecen nódulos en la piel, muchas personas pueden no prestar mucha atención, pensando que podría ser solo una reacción alérgica común. Aunque la mayoría de los nódulos son benignos, no debemos tomarlos a la ligera.
Si el nódulo mide más de 1 cm, la posibilidad de malignidad aumenta significativamente, y se necesita vigilancia.
Si el nódulo crece rápidamente, es probable que esté experimentando una transformación maligna.
Los bultos blandos suelen ser benignos, mientras que los bultos duros, fijos o sólidos son más propensos a ser malignos, aunque esto no es absoluto.
Los tumores benignos suelen tener límites claros y móviles, mientras que los tumores malignos a menudo tienen límites poco claros, están adheridos o fusionados con los tejidos circundantes y tienen poca movilidad.
Si el nódulo va acompañado de dolor o molestia, podría ser una señal de malignidad.