H. pylori es una de las principales causas de la gastritis crónica. La infección con esta bacteria puede provocar inflamación de la mucosa gástrica, y la inflamación prolongada puede resultar en gastritis crónica.
La infección por H. pylori está estrechamente relacionada con la aparición de úlceras pépticas, como las úlceras gástricas y las úlceras duodenales. La supervivencia y reproducción de las bacterias en el estómago puede aumentar la secreción de ácido gástrico, dañando así la mucosa del estómago y el duodeno, lo que lleva a la formación de úlceras.
La infección prolongada con H. pylori aumenta el riesgo de cáncer de estómago. H. pylori puede causar inflamación crónica de la mucosa gástrica, lo que puede llevar a una displasia de la mucosa gástrica, que eventualmente se desarrolla en cáncer de estómago.
Este es un tumor raro asociado con la infección por H. pylori. La infección puede causar una proliferación excesiva de células B en la mucosa gástrica, formando linfoma.
La infección por H. pylori puede causar mal aliento. Esto se debe a que los productos metabólicos de las bacterias en el estómago pueden ser exhalados a través del sistema respiratorio, provocando mal aliento.
La gastritis crónica y las úlceras pépticas pueden afectar la función gastrointestinal, impactando la digestión y absorción de alimentos, lo que lleva a la desnutrición.
Dado que la infección por H. pylori puede conducir a enfermedades gástricas graves, como el cáncer de estómago, puede causar estrés psicológico y ansiedad en los infectados.