El delicioso sabor ahumado de la parrilla, causado por aceites y especias que gotean sobre el carbón, es una fuente de sustancias cancerígenas.
Durante el asado a alta temperatura, ocurren reacciones entre los aminoácidos y la glucosa en la carne, formando aminas heterocíclicas. Además, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) se producen cuando las grasas gotean sobre el carbón, adhiriéndose a los alimentos y aumentando el riesgo de cáncer.
Los experimentos muestran que cuanto mayor es la temperatura de asado y más largo es el tiempo de asado, mayor es el contenido de benzopireno. El benzopireno es un carcinógeno del Grupo 1 conocido.
El benzopireno, un carcinógeno del Grupo 1 reconocido por la Organización Mundial de la Salud, puede aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer con el consumo a largo plazo.
Aunque se pueden producir sustancias cancerígenas durante el asado, el consumo moderado de barbacoa no representa un riesgo significativo para la salud. La clave es mantener una dieta equilibrada y hábitos de vida saludables.