Las personas alérgicas a los cacahuates pueden experimentar reacciones alérgicas severas como erupciones, dificultad para respirar o incluso choque anafiláctico.
Los cacahuates son altos en grasas y fibra dietética, lo que puede irritar el estómago y los intestinos, empeorando condiciones como úlceras, gastritis y enteritis.
Los cacahuates son altos en calorías, y el consumo excesivo puede dificultar el control de peso y la gestión del azúcar en la sangre para aquellos que intentan perder peso o controlar la diabetes.
Algunos componentes en los cacahuates pueden afectar la excreción de ácido úrico, lo que podría empeorar los síntomas de la gota.
Los sistemas digestivos de los bebés y niños pequeños no están completamente desarrollados, lo que los hace propensos a problemas digestivos y riesgos de asfixia al consumir cacahuates.
La grasa en los cacahuates requiere el metabolismo del hígado, lo que puede aumentar la carga en aquellos con enfermedades hepáticas.
Aunque los cacahuates tienen muchos beneficios para la salud, las diferencias individuales y las condiciones de salud significan que no son adecuados para todos. Aquellos con problemas de salud específicos o alergias alimentarias deben consultar con un médico o nutricionista para crear un plan de dieta adecuado.