Las pruebas de rutina sanguínea son una forma de detectar cualquier anomalía en el cuerpo midiendo varios valores en la sangre. Los tres indicadores clave en una rutina sanguínea son el equilibrio de la salud en el cuerpo.
Los glóbulos blancos son una parte crucial del sistema inmunológico de nuestro cuerpo, defendiendo constantemente nuestra salud como la Gran Muralla. Si el recuento de glóbulos blancos es anormal, es probable que se deba a una respuesta inflamatoria causada por una infección. Sin embargo, si nuestro recuento de glóbulos blancos es constantemente bajo o fluctúa drásticamente en un corto período, ¡es necesario un examen más detallado para descartar la posibilidad de leucemia!
Las plaquetas pueden ser menos familiares para todos, pero actúan como la ‘curita’ del cuerpo. En caso de sangrado, las plaquetas llegan rápidamente al sitio de la lesión para detener el sangrado y ayudar con la coagulación. Si tu recuento de plaquetas está por debajo de lo normal, puede indicar trombocitopenia u otras enfermedades que podrían afectar los niveles de plaquetas. Si tu recuento de plaquetas está por encima de lo normal, podría indicar trombocitosis u otras condiciones que afectan los niveles de plaquetas.
La hemoglobina es más conocida, especialmente entre las mujeres que a menudo se refieren a la anemia cuando el nivel de hemoglobina es bajo. La anemia es un problema común en hematología, y la anemia prolongada puede causar dolores de cabeza, mareos, insomnio, palpitaciones y piel y membranas mucosas pálidas, afectando significativamente la vida y el trabajo normales.