En el caluroso verano, los alimentos se fermentan fácilmente, y muchas personas aprovechan esto para encurtir varias verduras, como pepinillos o chucrut. Sin embargo, estas verduras producen nitrito durante el proceso de encurtido. La ingesta a largo plazo y a gran escala de tales sustancias puede formar nitrosaminas en el cuerpo, que son altamente cancerígenas. Para aquellos que ya tienen nódulos, esto puede acelerar el crecimiento de los nódulos y también puede tener ciertos efectos adversos en personas saludables.
Comprar demasiadas verduras a la vez puede hacer que algunas de ellas se echen a perder. Una vez que los alimentos se vuelven mohosos, el moho y las toxinas pueden invadir nuestro cuerpo, exacerbando la inflamación y el daño, y afectando negativamente a los nódulos.
Para las personas con disfunción tiroidea o nódulos, la ingesta excesiva de yodo puede empeorar la condición. Por lo tanto, se recomienda reducir el consumo de algas marinas, algas y otras verduras marinas, ya que estos alimentos son ricos en yodo. El consumo excesivo puede estimular la secreción de hormonas tiroideas, promoviendo así el crecimiento de los nódulos.