Estos lunares tienen melanocitos ubicados principalmente en la unión entre la epidermis y la dermis. Generalmente son planos y pueden variar en color desde marrón claro hasta negro.
Los nevos compuestos tienen melanocitos distribuidos tanto en la epidermis como en la dermis. Por lo general, son elevados, a veces pediculados, y pueden tener un color más oscuro.
En los nevos dérmicos, los melanocitos se encuentran principalmente dentro de la capa dérmica. Estos lunares suelen ser del color de la piel o marrón claro y pueden tener crecimiento de vello.
Estos lunares son más oscuros, presentando un color azul o azul negro debido a que los melanocitos están profundamente dentro de la dermis.
Los nevos araña suelen aparecer de color rosa o rojo, a veces elevados, y pueden tener una forma irregular.
Es un lunar benigno común que puede ser plano o elevado, con colores variados.
Entre estos tipos, ninguno puede considerarse universalmente el “más seguro”, ya que la mayoría de los lunares pigmentados son benignos. Sin embargo, ciertos tipos de lunares, especialmente aquellos con color, forma o tamaño irregular, pueden requerir una observación más cercana debido a un riesgo ligeramente mayor de transformarse en melanoma.
Todos los tipos de lunares deben revisarse regularmente para detectar signos que puedan indicar malignidad, como: