Este es el síntoma más común de un ataque cardíaco. Los pacientes pueden sentir presión, opresión o dolor en el pecho que dura más de unos pocos minutos y no se alivia fácilmente.
Los pacientes con ataque cardíaco pueden experimentar dificultad para respirar, especialmente durante actividades físicas ligeras.
Un ataque cardíaco puede causar náuseas o vómitos, lo que puede estar relacionado con el malestar causado por la isquemia cardíaca.
Los pacientes pueden sentir latidos rápidos o irregulares a medida que el corazón intenta hacer frente a la isquemia.
Un ataque cardíaco a veces puede provocar mareos o desmayos, lo que puede deberse a una reducción del gasto cardíaco que resulta en un suministro insuficiente de sangre al cerebro.
A veces, el dolor de un ataque cardíaco puede confundirse con dolor de estómago o indigestión, especialmente cuando se encuentra en la parte superior del abdomen.
Los pacientes con ataque cardíaco pueden sentirse extremadamente fatigados, incluso sin realizar ninguna actividad física.