El corazón tiene un ‘reloj biológico’ interno que sigue un ritmo fijo día-noche, con un ritmo cardíaco más rápido durante el día y más lento por la noche. Para proteger el corazón, es importante saber cuándo está más ‘frágil.’
Durante el sueño, el ritmo cardíaco se ralentiza. Después de una noche de metabolismo, la sangre puede volverse más espesa y fluir más lentamente, aumentando el riesgo de embolia vascular. Al despertar, los nervios simpáticos se vuelven extremadamente activos, lo que lleva a un aumento del ritmo cardíaco, la presión arterial y la excitación emocional. Las personas con alto riesgo de hipertensión y dislipidemia pueden desencadenar eventos cardiovasculares si se apresuran a comenzar sus actividades.
Consejo: No se apresure a levantarse por la mañana. Acuéstese un rato para evitar movimientos bruscos. Beba un vaso de agua tibia después de despertarse y elija un desayuno ligero y bajo en sal.
Para las personas con presión arterial alta, es mejor tomar la medicación antihipertensiva a tiempo después de despertarse para prevenir fluctuaciones de la presión arterial.
Durante este período, la presión arterial suele ser más alta y los nervios simpáticos están excitados, lo que hace que las personas se sientan emocionadas y agitadas. Al mismo tiempo, los músculos están activos. Estos factores combinados pueden hacer que las placas vasculares se vuelvan inestables, aumentando el riesgo de angina de pecho e infarto de miocardio.
Consejo: Evite comer en exceso en el almuerzo, dé un paseo después de las comidas y trate de dormir una siesta durante media hora. Cuando esté estresado o se sienta deprimido, intente respirar profundamente para aumentar el contenido de oxígeno en la sangre, mantener la calma cerebral y relajar los nervios tensos.
Después del trabajo de la mañana, el cuerpo y el cerebro pueden sentirse cansados. A las 4 PM, la presión arterial comienza a subir, lo que puede desencadenar angina de pecho o infarto de miocardio.
Consejo: Tome descansos durante el trabajo para moverse y evite comer en exceso en la cena.
Antes de acostarse, evite el uso prolongado del teléfono móvil. En su lugar, elija leer libros o escuchar música suave para relajar completamente el cuerpo y la mente para dormir.