El cuerpo humano alberga miles de millones de bacterias y otros microorganismos, incluidas bacterias beneficiosas. Sin embargo, el término “probióticos” a menudo se refiere a suplementos o alimentos que contienen estas bacterias beneficiosas. Aunque estos probióticos exógenos no son esenciales para el cuerpo humano, pueden proporcionar los mismos beneficios que las bacterias beneficiosas que residen naturalmente en el cuerpo, como ayudar a la digestión y defenderse contra las bacterias dañinas.
Además de los suplementos probióticos, el yogur, la leche fermentada y no fermentada, el miso y algunos jugos y bebidas de soja contienen probióticos. Existe un interés creciente en los probióticos entre el público y los científicos. Algunos están estudiando el uso de probióticos como suplementos para tratar o prevenir enfermedades. Hasta ahora, los resultados de la investigación son alentadores, y sus usos potenciales incluyen:
Algunos investigadores creen que los probióticos también pueden mejorar la salud de las personas normales. Por ejemplo, un pequeño estudio sueco de 2005 encontró que los empleados que tomaban suplementos de Lactobacillus tenían menos probabilidades de faltar al trabajo debido a enfermedades respiratorias o gastrointestinales en comparación con aquellos que no tomaban probióticos.