Trauma: Las caídas, los golpes o cualquier forma de lesión pueden causar la ruptura de los vasos sanguíneos bajo la piel, lo que lleva a la aparición de moretones.
Problemas de Coagulación de la Sangre: Ciertas condiciones, como la hemofilia, la trombocitopenia o algunos tipos de anemia, pueden afectar la coagulación normal de la sangre y aumentar el riesgo de moretones.
Vasos Sanguíneos Frágiles: A medida que envejecemos, nuestra piel y vasos sanguíneos pueden volverse más frágiles, lo que hace que los moretones sean más comunes.
Efectos de Medicamentos: Algunos medicamentos, incluidos los anticoagulantes (como la aspirina), los fármacos antiplaquetarios (como el clopidogrel) y otros, pueden aumentar la probabilidad de moretones.
Deficiencias Nutricionales: Las deficiencias de nutrientes como la vitamina C, la vitamina K o el hierro pueden afectar la salud de los vasos sanguíneos y el proceso de coagulación de la sangre, lo que aumenta el riesgo de moretones.
Enfermedades Autoinmunes: Ciertas enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide, pueden afectar la salud de los vasos sanguíneos, lo que lleva a un aumento de moretones.
Ejercicio Excesivo: El ejercicio intenso o excesivo a veces puede causar la ruptura de los vasos sanguíneos bajo los músculos, lo que lleva a la aparición de moretones.