El consumo excesivo de alimentos ricos en grasas y colesterol puede llevar a niveles elevados de lípidos en la sangre.
La actividad física insuficiente puede ralentizar el metabolismo, causando acumulación de grasa en el cuerpo.
La hipercolesterolemia familiar puede ser causada por factores genéticos. Las personas con antecedentes familiares de hipercolesterolemia deben prestar más atención a sus niveles de lípidos en la sangre.
Las enfermedades metabólicas como la diabetes y el hipotiroidismo pueden afectar el metabolismo normal de las grasas, llevando a niveles elevados de lípidos en la sangre.
El sobrepeso o la obesidad aumentan la cantidad de tejido graso en el cuerpo, lo que puede elevar el riesgo de niveles anormales de lípidos en la sangre.
El hígado es un órgano clave en el metabolismo de las grasas. La disfunción hepática puede afectar los niveles de lípidos en la sangre.
El estrés crónico, la falta de sueño, el tabaquismo y el consumo de alcohol son elecciones de estilo de vida pobres que también pueden afectar los niveles de lípidos en la sangre.