Una frecuencia cardíaca más rápida puede ocurrir en respuesta a estímulos como el estrés, la emoción, el ejercicio o el consumo de cafeína.
Si bien un aumento de la frecuencia cardíaca suele ser una respuesta fisiológica normal, a veces puede indicar enfermedades cardíacas u otros problemas de salud.
Una frecuencia cardíaca más lenta puede ser el resultado de problemas con las señales eléctricas del corazón o problemas en el músculo cardíaco.
La bradicardia puede causar palpitaciones porque el corazón puede no bombear suficiente sangre, lo que lleva a una insuficiencia de oxígeno y nutrientes para el cuerpo.
Un ritmo cardíaco irregular, a menudo debido a problemas con las señales eléctricas del corazón, puede causar arritmias.
Las arritmias pueden ser desencadenadas por varios factores, incluyendo enfermedades cardíacas, desequilibrios electrolíticos y efectos secundarios de medicamentos.
El corazón puede necesitar trabajar más para bombear sangre, posiblemente debido a condiciones cardíacas como enfermedades valvulares o miocardiopatías.
Un aumento de la carga cardíaca puede llevar a palpitaciones ya que los latidos del corazón se vuelven más pronunciados.
Pequeños cambios en la posición del corazón también pueden llevar a palpitaciones, ya que la sensación de los latidos del corazón puede volverse más notable.