El Índice Glucémico (IG) de un alimento refleja la velocidad y el grado en que un alimento eleva los niveles de azúcar en sangre en comparación con la glucosa.
¿Cómo se calcula el IG?
El IG se determina comparando la respuesta de azúcar en sangre de 50 gramos de un alimento específico que contiene carbohidratos con 50 gramos de glucosa pura. El área bajo la curva de respuesta de azúcar en sangre para el alimento se divide por el área bajo la curva de respuesta de azúcar en sangre para la glucosa y luego se multiplica por 100. La glucosa tiene un IG de 100.
Los alimentos con un IG superior a 70 se consideran alimentos de IG alto. Estos alimentos se digieren rápidamente en el tracto gastrointestinal, tienen una alta tasa de absorción y se convierten en glucosa rápidamente, causando un rápido aumento en los niveles de azúcar en sangre.
Los alimentos con un IG de 55 o menos se consideran alimentos de IG bajo. Estos alimentos permanecen más tiempo en el tracto gastrointestinal, tienen una menor tasa de absorción y se convierten en glucosa más lentamente, lo que resulta en un aumento gradual de los niveles de azúcar en sangre. Esto permite que el cuerpo tenga tiempo suficiente para liberar y sintetizar insulina, evitando un aumento brusco en los niveles de azúcar en sangre.
En la vida diaria, es importante evitar el consumo excesivo de cualquier tipo de alimento. Incluso los alimentos de IG bajo, si se comen en exceso, pueden sobrecargar los niveles de azúcar en sangre después de las comidas. Los alimentos de IG alto no están completamente prohibidos; consumirlos con moderación y con combinaciones equilibradas puede ayudar a mantener la homeostasis del azúcar en sangre.