La historia familiar es un factor de riesgo significativo para el cáncer de pulmón. Si hay antecedentes de cáncer de pulmón en la familia, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón aumenta incluso si no fumas.
La exposición prolongada a ambientes dañinos como la contaminación del aire, el asbesto, las sustancias radiactivas y ciertos productos químicos (como el benceno y el formaldehído) puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.
La exposición prolongada al humo de segunda mano (fumador pasivo) también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón.
Cocinar en cocinas mal ventiladas, especialmente al freír alimentos, produce humos que contienen diversas sustancias dañinas. La inhalación prolongada de estos humos puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.
Algunas enfermedades pulmonares, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la tuberculosis, pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.
Algunas infecciones virales, como el virus del herpes humano 4 (VEB) y el virus del papiloma humano (VPH), pueden estar asociadas con el desarrollo de cáncer de pulmón.