1. Durante el embarazo, la motilidad gastrointestinal se debilita y la secreción de ácido gástrico disminuye debido a las hormonas del embarazo, lo que hace que sea más probable el hinchazón.
2. El desarrollo del feto hace que el útero se expanda, presionando los intestinos y dificultando la digestión.
3. Las hormonas del embarazo aumentan el apetito, y comer sin precaución puede llevar fácilmente al hinchazón.
1. Comer comidas pequeñas y frecuentes: Presta más atención a tu dieta durante el embarazo. Evita comer demasiado de una vez, especialmente alimentos ricos en almidón, frijoles y pasta, que son propensos a producir gas.
2. Comer más frutas y verduras: Comer más puede suplementar fibra y prevenir el estreñimiento.
3. Caminar con frecuencia: Caminar es una buena manera de promover el peristaltismo intestinal. Las mujeres embarazadas pueden caminar durante 15-20 minutos después de las comidas. Simplemente caminar despacio puede ayudar a expulsar el gas.
4. Beber mucha agua: Mantener el cuerpo hidratado puede promover los movimientos intestinales y aliviar el hinchazón. Es aconsejable beber menos bebidas carbonatadas, café, té y otras bebidas con gas o estimulantes.