Los hombres son más propensos a participar en actividades y trabajos al aire libre en comparación con las mujeres, aumentando su exposición a la radiación ultravioleta (UV).
Los hombres pueden no ser tan diligentes como las mujeres en el uso de protector solar o en tomar otras medidas de protección solar, como usar sombreros y ropa de manga larga.
El nivel de andrógenos en los hombres puede estar relacionado con el riesgo de cáncer de piel, ya que estas hormonas pueden afectar el crecimiento y la diferenciación de las células de la piel.
Los hombres tienen más probabilidades de trabajar en profesiones que implican exposición a productos químicos nocivos o materiales radiactivos, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Algunos rasgos genéticos, como una historia familiar de cáncer de piel o mutaciones genéticas específicas, pueden hacer que los hombres sean más susceptibles a desarrollar cáncer de piel.
Los hábitos de estilo de vida, incluida la dieta, el tabaquismo y el consumo de alcohol, también pueden afectar la salud de la piel y el riesgo de cáncer de piel.