En algunos niños, el asma mejora a medida que crecen, en otros puede desaparecer temporalmente durante unos años y luego regresar, pero en la mayoría de los niños el asma no desaparece por sí sola.
En los niños pequeños, puede ser difícil distinguir si la tos, la sibilancia o la dificultad para respirar son causadas por el asma u otras enfermedades. A veces, los médicos y los padres pueden confundir la bronquitis recurrente, la neumonía o la bronquiolitis con el asma. Si este es el caso, la condición del niño generalmente mejora a medida que crece.
Si la sibilancia de un niño es persistente y se acompaña de fiebre del heno o síntomas de alergia, y las pruebas de alergia cutánea son positivas, es probable que el niño continúe con sibilancias a medida que crece. Cuanto más grave sea la condición en la infancia, menos probable será que mejore por sí sola.
El diagnóstico y tratamiento temprano del asma en los niños es muy importante. Algunos medicamentos, como los corticosteroides inhalados, pueden ayudar a mejorar sus síntomas diarios y reducir el riesgo de ataques de asma.